miércoles, 25 de noviembre de 2020

LA RENDICIÓN DE BRENDA

La rendición de Brenda de Teatro Exiguo es un espectáculo maravilloso, una experiencia que nadie debería perderse. Lloras y ríes, ríes y te atrapa el corazón. Interpretar a Brenda ensancha el mío y soy feliz compartiendo este espectáculo con mis compañeros Ana Real, Mane Solano, Nacho Gómez y Martín Leal (además tengo la inmensa suerte de compartir equipo en Las Ratas). Estuvimos en el Teatro Távora el pasado mes de Febrero y con la situación que se nos presentó en Marzo con el COVID-19 se nos cayeron varios circuitos. Espero que la realidad se transforme y que podamos pronto llevar La rendición de Brenda a vuestros corazones...
Me gustaría compartir estas palabras que Rebeca Delgado nos dedicó cuando vio el espectáculo:

He tenido a los mejores profesores de comedia y aún así... Jo! Pero todos coincidían en que nos reímos de la miseria (no entiendo pues que yo no les hiciera reír a carcajadas!). Bueno, pues no se pudo conseguir llegar al concepto de mejor manera que con esta obra.
La rendición de Brenda te hace unir llantos de risa a una sensación de abismo ante el horror para, rápidamente, llevarte a descojonarte otra vez. Toda la sala disfrutamos de todas sus aristas. El trepidante absurdo con sentido y sentido texto, las actuaciones de los actores a los que te quieres llevar a casa, los poderosos cantos que llenaban de profundo clímax los interludios...
Volví a enamorarme del teatro. Del poder que tiene para declamar lo que todos sentimos y para descubrir los más íntimos secretos de aquellos que nos lo regalan. Y allí salimos todos, henchidos de emoción y de secretos compartidos, creyéndonos los únicos portadores. Qué magia la del teatro... la del teatro bien hecho. El que sólo se puede hacer de y por amor. Por el que actores, técnicos, dramaturgos, directores (y todos sus femeninos) se convierten en seres míticos, brillantes y especiales.
A todos, pero en especial a Teatro Exiguo, gracias por un amor bien hecho.